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El Objetivo de este blog consiste en colaborar con todos los actores del ámbito educativo resignificando el valor de la MEDIACION PEDAGOGICA

Prof. Patricia Blanco


miércoles, 20 de octubre de 2010

Bullying Escolar. Una problemática actual por Mario Bianchetti

Como bien sabemos el bullying es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada, y hoy es un problema que alarma desde los maestros, a los padres, llegando a las investigaciones y a las autoridades nacionales de nuestro país.

Bullying es un término angolosajón que alude al acoso o ensañamiento de algunos compañeros contra otros. Es cada vez más común en la Argentina. Pero las alarmas están encendidas puesto que numerosos estudios realizados muestran que causa severos daños y deja secuelas.

"Hace un tiempo empecé a notar que mi hijo no era el mismo. Lo veía temeroso y decaído. Lo que más me llamó la atención es que había perdido la sonrisa y buscaba excusas para no ir al colegio". Con este relato Gustavo, un gerente de banco de 45 años, describe los primeros signos de alarma de una situación que se repite con una frecuencia inusitada: bullying o acoso escolar.

Pero ojo, no todos los comportamientos agresivos o los conflictos que surgen en un grupo pueden considerarse hostigamiento o maltrato. Los problemas de convivencia, si
son solucionados adecuadamente contribuyen al desarrollo de habilidades para la socialización.

Este término bullying define una variedad de violencia escolar que afecta a una gran cantidad de chicos y adolescentes. Según los especialistas, sólo se puede hablar de bullying cuando la víctima es agredida en forma repetida y durante un tiempo prolongado por otro alumno, quien muchas veces lidera un grupo que se limita a observar pasivamente.

Precisamente, a medida que se utiliza cada vez más la tecnología, los agresores "orgullosos" de sus ataques, graban sus ataques para luego difundirlos por internet y través de teléfonos celulares. Es la variante conocida como ciberbullying.

¿A quién no lo burlaron alguna vez en la escuela? ¿Quién no fue víctima de un papel pegado en la espalda o de un poco de plasticola en la silla? Las bromas entre alumnos siempre existieron
Una chica que no quiere volver al colegio porque sus compañeros le dicen “gorda boluda”. Un chico recibe las burlas de todos porque tiene problemas de audición. Una alumna es marginada porque la llaman “villera” y, a su vez, tiene un grupo de amigas que discrimina a los gordos.

También, se utilizan estos mismos medios, para acosar a sus víctimas. Mensajes de texto intimidatorios, comentarios en blogs, e-mails y violentas amenezas por MSN son algunas vías alternativas, que dan cuenta de una sofisticación de los ataques.

Por eso, cuando un padre se encuentra con una situación de este tipo, por lo general no sabe cómo reaccionar y, si cree saberlo, ensaya soluciones inmediatas de dudosa utilidad.

Gustavo empezó a visitar páginas web y foros para entender con mayor profundidad la problemática. Descubrió con espanto que en nuestro país el 15% de los chicos y adolescentes padecen, de manera continuada, la incidencia del flagelo. (Infobae 11 de Octubre de 2010)

Y a nivel local el problema se agudiza. Según las estimaciones del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia), en la ciudad de Buenos Aires más del 30% de las personas entrevistadas señala haber vivido situaciones de discriminación de este tipo.

Ordinariamente, suele considerarse que el acoso va acompañado de una “ley del silencio” donde se ve, oye, toca y conoce lo que sucede, pero “NO SE HACE NADA”. ¿Por qué? ¿Qué impide tomar acción? ¿A quien o a quienes le corresponde hacer lo correcto para disminuir o ponerle limites a este mal hábito, a esta Plaga Social venenosa que parecería parte de la vida de las personas?

Pues bien… Lo primero es hablar de Amor propio, de Seguridad y estabilidad emocional, mental y espiritual. Segundo, Modelos teóricos de Aprendizaje en el niño, tercero de Educación y enseñanza, cuarto de Evaluación y Ayuda, y Quinto de Implantación de Programas Innovadores de modificación de conducta.

Aquí se necesita integrar a todo aquel profesional de todas las ramas en un deseo genuino y verdadero de establecer canales de comunicación asertiva para el mejoramiento académico, personal y psicológico del posible desertor escolar. Las escuelas públicas o privadas son los lugares favoritos para demostrar estas conductas antisociales tanto en estudiantes, como en adultos. No obstante, son precisamente los niños los más afectados e impactados en el escenario escolar por actos de violencia o “Bullying” diariamente.

Si confirmamos que en un grupo existe hostigamiento debemos actuar con
rapidez y firmeza.
Hay diferentes maneras de encarar la situación, diferentes técnicas de trabajo con los chicos y los adultos. Pero es importante adoptar medidas de urgencia con las cuales estén comprometidos todos los miembros de la comunida educativa:
- Medidas para proteger al alumno/a que ha sido agredido/a: incremento de la vigilancia en los lugares donde se producen las agresiones.
- Medidas disciplinarias para el agresor/es
- Información a las familias: el tutor/a y/o equipo directivo realizará una entrevista individual con cada una de las familias del alumnado implicado garantizando la confidencialidad de la información.

Muchos educadores han visto esta mala práctica, como algo que está en la norma del niño y más que nada del adolescente. Sus acciones negativas reciben la honrosa justificación de falta de madurez, disciplina, problemas sicológicos o simplemente presiones sociales. Nada más lejos de la realidad.

El niño “Bullie” o “Abusador” es una bomba de tiempo en la escuela y si no recibe ayuda, tratamiento y disciplina a tiempo se convertirá en una amenaza social para su familia, sus amigos, su trabajo y su país en un futuro.

Conductas de las Víctimas en la Escuela[1]
1.       Repentinos cambios en asistencia y logros académicos.
2.       Asistencia errática.
3.       Pérdida total de interés por la escuela.
4.       Descenso en calidad del trabajo escolar.
5.       Éxitos académicos aparecen como mascotas de maestros.
6.       Dificultad de concentración en el salón de clases. Fácilmente distraídos.
7.       Van al recreo tarde y regresan rápido.
8.       Tienen problemas de aprendizaje o diferencias con el grupo.
9.       Carecen de interés de actividades escolares.
10.   Se dan de baja de cursos y no aceptan mentores o tutores.
Conducta Social de las Víctimas de “Bullies"
1.       Solitarios, retirados, aislados.
2.       Pobre o ninguna interacción social.
3.       No tienen amigos o solo unos pocos.
4.       Son no populares en el grupo, pasan desapercibidos. Reciben las migajas de la clase.
Conductas Emocionales de las Víctimas
1.       Repentinos cambios de conducta y de humor.
2.       Pasividad, timidez, callados, retirados, temerosos, asustados.
3.       Baja o ninguna autoestima y auto confianza.
4.       Sobre reactivos ante peligro, hipersensibles.
5.       Nerviosos, preocupados, miedosos, inseguros.
6.       Lloran fácilmente delante de otros. Demuestran su debilidad a los otros.
7.       Bajas o ningunas destrezas asertivas.
8.       Irritables, destructivos, agresivos, pierden rápido el temperamento, pelean, pero siempre pierden.


El Bullying es un fenómeno que sucede (y sucedió) a lo largo de muchos países del mundo. Cada cultura y cada país aporta características específicas, cualitativas y cuantitativas.

Para construir un proyecto debemos partir de lo que está sucediendo. Encontramos especificidades muy particulares en cada establecimiento educativo y es conociendo esas características como se puede empezar a trabajar.
Cualquier método que sirva de comunicación para las víctimas será bueno porque romperá el mayor aliado de los agresores: “la Ley del Silencio”.
La situación de maltrato destruye lentamente la autoestima y la confianza en sí mismo del alumnado que lo sufre, hace que llegue a estados depresivos o de permanente ansiedad, provocando una más difícil adaptación social y un bajo rendimiento académico. En casos extremos pueden producirse situaciones tan dramáticas como el suicidio

Se trata de una cuestión de derechos democráticos fundamentales por los que el alumnado se tiene que sentir a salvo en la escuela, lejos de la opresión y la humillación intencional repetida que implica el Bullying.

Una respuesta a incidentes de prevalencia de Bullying debe ser clara, honesta y directa, evitando el uso de la humillación, el sarcasmo, la agresión, amenazas o manipulación. Debe ser inmediata, con posible solución a largo plazo. Debe permitir saber qué ha sucedido, quiénes estuvieron implicados y qué acciones fueron adoptadas. Y además de implicar a las familias en cada etapa, debe proporcionar oportunidades para que los chicos discutan distintos caminos para resolver el problema”



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